El cambio de estación  está a la vuelta de la esquina  en unos días sacaremos del armario un calzado un poco más veraniego para esta época del año y guardaremos las botas de invierno. .

Pero… ¡¡Sorpresa!! Esos botines o sandalias que te apetecía ponerte no están como esperabas!!!. Para que esto no te vuelva a pasar sigue estos trucos que te comentamos a continuación.

 

  1. Intenta guardar siempre los zapatos en sus cajas o bien la original o una similar. De este modo los mantendrás libres de polvo y evitarás que entren en contacto con el resto de calzado, protegiéndolos de manchas y rozaduras.
  2. Cambia las suelas. Una suela nueva es una buena forma de alargar la vida de tus queridos zapatos. Hay una gran variedad de suelas en el mercado y tu profesional te asesorará la que mejor le conviene dependiendo del tipo de calzado que sea. Aprovecha además para poner unas plantillas nuevas para que se mantengan tan cómodos como el primer día.
  3. Límpialos a fondo con betún, grasa de caballo u otro producto antes de guardarlos en su sitio. Tu profesional de confianza recomendará el producto para hacerlo. Aprovecha este momento para revisar  tapas, pespuntes, manchas, suelas…
  4. El borrador mágico. El ante o la gamuza son materiales muy delicados y difíciles de limpiar. En estos casos siempre viene bien un borrador mágico. Se trata de unas esponjas de color blanco que eliminan manchas difíciles de limpiar. Eso sí, es clave que actúes tan pronto como veas la mancha.
  5. Actúa rápido. No dejes pasar el tiempo cuando surja un problema con tus zapatos. Si ves una mancha, límpiala de inmediato; si se rompe un tacón, llévalos rápidamente al zapatero. No esperes, porque el problema podría no tener solución.

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